Podemos apreciar la gestión y principio de liderazgo, de dos distintas perspectivas: la primera, es desde la consideración de Francisco franco, como partidario de gobierno de ultra-derecha, totalitaristas, esto es, a partir de sus aspiraciones e ideales personales, que lo llevan a conseguir el título de jefe de estado en 1936. en este aspecto, destaca su notable consecuencia y firmeza, tal como la persistencia hasta cumplir lo que deseó algún día: EL GOBIERNO FRANQUISTA, con la intención de desarrollo y cambio de estructura social, un buen paso para desjerarquizar e igualar las condiciones de vida populares con las burguesas, con los principios de unión e integridad de la patria, confesionalidad del estado, monarquía tradicional como forma de gobierno (aunque jamás hubo monarca), y corporativismo, que definía la representatividad a través del municipio, el sindicato vertical (nacional sindicalismo, o sea, apoyo a las masas trabajadoras, un paso más a la justicia social) y la familia.
El gobierno franquista, recibirá nuestra artillería de críticas: el fascismo, implicó la gran represión de la expresión en general, que al contrario de ser efectuva, fomenta la aparición de nuevos movimientos artísticos, ligados a tendencias centro-izquierdistas o izquierdistas; ''la oposición'', cuya resistencia se formó de manera oculta, lo que da lugar a la clandestinidad; y perjudica ampliamente al desarrollo cultural de la población y de la clase intelectual, grandes potencias, grandes mentalidades del siglo XX. Obviamente, pésima gestión cultural.
En cuanto al aspecto politico, podemos reprochar su actuar cuando se alía a Alemania (Hitler) e Italia (Mussolini), potencias perdedoras en la Segunda Guerra Mundial, derrocadas tanto política como económicamente, que perjudicaron al país en estos mismos aspectos. Sin embargo, el dictador siguió tomando medidas proteccionistas antiliberalistas, anticomunistas, antirepublicanas, nacionalistas; que rivalizan con variadas naciones (las grandes potencias: Francia, Inglaterra, Estados Unidos, etc.) que toman represalias después de la Segunda Guerra Mundial, no integrándola a la ONU, por ser un peligro a las Repúblicas, democracias y otras formas de gobierno opuestas a la de un estado totalitario. Esto perjudica en la integración de España, a las economías liberales, capitalistas, siempre predominantes desde la Edad Media, y por consecuencia al desarrollo tecnológico e intercambio cultural que se dará en las décadas posteriores, incluyendo a la presente.
Criticamos la inestabilidad de gobierno ante la toma de poder de otro mandatario, ya que el sistema apoyado tan fervientemente por algunos sectores de la sociedad, fue derrocado al poco tiempo, tomando rumbo a una nueva democracia.
