Abarcando específicamente el tema del Franquismo, podemos concluir que este régimen autoritario impuesto por Francisco Franco en España, no podría haber tenido las grandes repercusiones en el país, que se hicieron sentir en tal época, de no ser por el invaluable respaldo de la Iglesia Católica. Por un lado, la Iglesia apoyó a las fuerzas encabezadas por Francisco en la guerra civil de 1936 (denominándose el nacionalcatolicismo), hasta otorgar a la misma, la categoría de Cruzada. La instauración de éste régimen dictatorial triunfante estuvo unida a la hegemonía religiosa (e incluso cultural) de la Iglesia.
Además, el Franquismo provocó indudablemente un tipo de unidad e integridad de la patria, un carácter de confesionalidad del Estado e impuso la monarquía tradicional como forma de gobierno. Podemos aseverar que estas características reflejaron todo este movimiento desde sus inicios.
Finalmente, y con la muerte de Franco, se hace concreta la inviabilidad del Franquismo sin él, con lo que se sella un camino hacia la Democracia.
Por otro lado, tenemos consecuencias de tipo culturales, como por ejemplo, la muerte de Federico García Lorca, el nacimiento de distintas vanguardias; fruto de la represión política a los partidos opositores. Los representantes característicos de este período son el chileno Vicente García Huidobro, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Pablo Neruda, etc.
Las consecuencias principales que trajo este movimiento son las siguientes: al haber un gran porcentaje de personas que aceptaban el Franquismo, surge (obviamente) una oposición a dicho régimen, con lo que se provocan continuas guerras civiles. Con todo esto, ocurren también huelgas, protestas y conflictos laborales. Además, dentro de este período ocurren altos y bajos respecto a la economía general del país. En primer lugar, España sufre una depresión producto de su ayuda en beneficio del Plan Marshall (programa estadounidense de ayuda financiera para la reconstrucción de los países europeos devastados durante la II Guerra Mundial). Más adelante (por la década de 1950), ocurre un crecimiento debido a la liberalización, la mejora de las relaciones exteriores y los ingresos procedentes del turismo y los numerosos emigrantes. Todo esto apoyado por la posterior aparición de medidas (específicamente hablando de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico O.C.D.E., que es una corporación internacional compuesta por 29 países, cuyo objetivo es coordinar, en forma conjunta, sus políticas económicas y sociales), que promueven el uso de energía barata, precios favorables en alimentos y materias primas, reservas de mano de obra barata procedente del sector primario, aumento de la población activa y expansión del mercado internacional.
En cuanto a personajes importantes a nivel internacional, tales como Hitler y Mussolini, éstos prestaron apoyo a Franco para triunfar sobre la España Republicana (aquí, adquirió los cargos de Generalísimo y Caudillo). Esto tuvo gran importancia, ya que al final de esta guerra civil, se ordenó el exilio de miles de españoles.
Otro aspecto es el rechazo de España por parte de la ONU, incluyendo la recomendación de ésta a sus miembros la retirada de los embajadores españoles. Esto fue provocado principalmente por el apoyo de Hitler a Franco, en relación a la Primera Guerra Mundial. Por causa de esto, el pueblo español además sufrió las consecuencias del aislamiento que le impusieron al régimen naciones como Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, que no veían con buenos ojos la pervivencia de un régimen fascista en Europa.
Para finalizar, podemos afirmar que hasta el día de hoy hay grupos fascistas de ultraderecha que apoyan el régimen Franquista, y que a partir de estos mismos, han surgido vanguardias que reflejan una profunda represión política, como simbolismo de lo que se vivió en ese tiempo y las repercusiones que trajo esta dictadura totalitaria en España. Con esto, también respondemos de manera mucho más directa nuestra hipótesis inicial.